¿Para qué reservar una habitación de hotel cuando puedes dormir en plena avenida, en primera línea de mar?
El tradicional álbum de fotos ha dado paso al adoquín como souvenir que evoca las plácidas vacaciones. En la ciudad belga de Brujas están hartos de que los turistas desvalijen los adoquines del pavimento para llevárselos impunemente a sus casas como quien se apodera de un lingote de oro. Mientras tanto, como consecuencia de estos actos vandálicos, el firme se llena de incómodos baches.