España ya tiene su síndrome turístico con denominación de origen, una especie de cepa ibérica del famoso síndrome de París, que afecta a aquellos turistas cuyas expectativas se ven defraudadas al encontrarse con una realidad muy distinta a la idealizada.

El Síndrome España afecta a los turistas que ven drásticamente defraudadas sus expectativas al llegar al país ibérico. El contraste entre la imagen turística y la cotidianeidad que encuentran al desembarcar en el destino puede llega a desconcertarlos. Es similar a lo que pasa con ciertos turistas japoneses en la capital francesa, quienes dieron nombre al Síndrome de París. 

Según informa Artículo 14, el Síndrome España afecta especialmente a aquellos turistas poco familiarizados con la idiosincrasia local, que ven a España desde la lejanía como una idealizada imagen de postal.