Una tormenta de arena sorprendió a miles de asistentes en el icónico festival Burning Man, celebrado en pleno desierto de Nevada (Estados Unidos). Los fuertes vientos y la baja visibilidad obligaron a detener varias actividades y dejaron a los participantes prácticamente inmovilizados en el lugar, creando escenas de incertidumbre y caos en uno de los eventos más esperados del año, según informa technoislove.
El festival Burning Man, de siete días de duración, es una iniciativa sumamente original, pues durante su celebración se construye Black Rock City, que no es un municipio ni tiene gobierno, solo existe durante la semana de Burning Man, es decir, es una ciudad temporal construida por los participantes hasta el primer lunes de septiembre.
En el festival, inspirado en la filosofía hippie, no se aceptan comercios ni marcas y se promueve la demercantilización y el aprovechamiento de la energía colectiva de los asistentes. Burning Man ofrece becas a cientos de artistas, creando piezas luminosas, interactivas y psicodélicas en la ciudad-desierto.
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