Del gran hermano de las redes sociales no se escapan ni los mangantes de poca monta. Ya no hace falta que el tendero salga corriendo detrás de quienes hacen un descarado simpa; las cámaras de seguridad y las redes sociales harán su trabajo, de forma que los cacos no tendrán dónde esconderse.
La propietaria de la pizzería Ai Due Re, situada en Civitanova Marche (Italia) localizó a una pareja de espabiladas clientas francesas que se habían largado del local a la chita callando sin pagar una cuenta de 44 euros, correspondiente a dos pizzas y cuatro vasos de Aperol Spritz. Creían que se habían salido con la suya, pero acabarían pagando la cuenta, quisieran o no.
Según cuenta The Guardian, Michela Malatini, la dueña del establecimiento, no se achantó y colgó en Facebook las imágenes de las cámaras de seguridad de su local donde se podía ver a las fugadas comensales. La idea dio resultado y los comentarios al post permitieron localizar a las listillas en su apartamento. Y, ahora sí, tuvieron que pagar.
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