Las cataratas de Kanto Lampo, ubicadas en el corazón forestal de Bali (Indonesia), se han convertido en una visita muy demandada por los turistas. Y tan demandada, que como demuestran recientes imágenes que se han hecho virales en cuentas de Instagram como balieve, las colas para acceder a ella parecen más propias de un parque de atracciones que de un enclave natural.
La belleza del lugar es innegable, con la caída del agua engastada en una formación de rocas muy original y sugerente. Los turistas, al acceder a ellas se las dan de guerreros, de yogis o directamente de turistas, tumbándose sobre las rocas a lucir cuerpo. La masificación turística extiende sus tentáculos más allá de playas, discotecas y chiringuitos para alcanzar localizaciones naturales.
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