El reguetonero Bad Bunny podrá tirar más o menos fotos, podrá cantar más o menos mal, pero es indudable que se ha convertido en un fenómeno mundial tan importante, que incluso impacta positivamente en la economía turística de Puerto Rico.
Según informa La Voz de Galicia, el artista está revolucionando la economía boricua desde el 11 de julio, cuando tuvo lugar la primera de sus 30 representaciones consecutivas en su nación, una residencia que podría incluso cambiar los estándares futuros de la industria.
Bad Bunny ha logrado vender más de 400.000 entradas para esta residencia y el sector turístico espera que más de 200.000 personas lleguen desde el extranjero para acudir al show, palabras mayores en los meses de julio, agosto y septiembre, que conforman la temporada baja en Puerto Rico. Y todo este revuelo, sin abrir la boca.
Los músicos tocaron a requerimiento de una de las azafatas
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