Un ferry que cubría la ruta entre Caleta de Sebo (La Graciosa) y Órzola (Lanzarote), en Canarias, estuvo a punto de estrellarse la semana pasada contra las rocas, al sufrir una avería que puso en vilo a las 150 personas que hacían el trayecto en esta embarcación de la compañía Líneas Romero.
Según informa La Provincia, el barco se estropeó en la tarde del día 19, llevando entre el pasaje, a alumnos de un colegio de Arrecife (Lazarote), a pocos metros de la llegada al muelle de Órzola. El ferry sufrió una avería en sus dos motores a quince metros de una escollera, con un oleaje que hizo temes a los pasajeros por un posible impacto contra las rocas.
Afortunadamente la cosa no pasó a mayores. Otra embarcación de Biosfera Express que iba de Órzola a La Graciosa evitó que el barco estropeado chocase contra las piedras y lo alejó del muelle.
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La nave estaba a punto de aterrizar cuando una ráfaga de viento la hizo volcar y rebotar contra la tierra