La Milla de Oro de Ibiza luce este año un poco más vacía de lo habitual. Los yates de alquiler que normalmente habían zarpado a primera hora, aún continúan amarrados y así seguirán hasta que termine el día. El sector del lujo ibicenco ha alcanzado unos precios estratosféricos, que ya no se pueden permitir los ricos nacionales. Los españoles con pasta quedan excluidos de estas vidas premium, que otros veranos sí podían disfrutar.
Según explica eldiario.es, la inestabilidad de este verano se refleja en todo el sector de lujo: hoteles de cinco estrellas con la mitad de las habitaciones vacías, restaurantes donde ya no es necesario reservar con semanas de antelación y un turismo nacional que ha perdido peso frente al estadounidense y el latinoamericano, más dispuesto a gastar. Y con los bolsillos más llenos.
El periódico recomienda destinos alternativos a los muy masificados
La grabación del suceso se hizo viral, provocando la indignación de la población local
La ciudad de los casinos enfrenta la decadencia de su modelo turístico