Rafa Nadal se maneja igual de bien restando una bola sobre tierra batida que compartiendo velada con la Familia Real. Este año ha sido uno de los grandes protagonistas de la tradicional recepción de autoridades y personalidades de Baleares en el Palacio de Marivent (Mallorca). En su nueva vida, alejado de la competición deportiva, Nadal tiene en su simpatía y su saber estar sus mejores armas.
Según informa Diario de Mallorca, el tenista, siempre dicreto, hizo gala de la buena relación que comparte con el rey Felipe VI, que hace pocas semanas lo nombró marqués del Llevant de Mallorca, un título que corona una de las trayectorias públicas más relevantes de un español, que ha paseado orgulloso el nombre de su país por medio mundo.
El adinerado delincuente ha sido condenado a 15 meses de prisión
El empleado lamentaba públicamente que la empresa le diera de comer las sobras de los clientes
La víctima era un trabajador del sector turístico