Hay gente con la cara de cemento armado: okupa viviendas ajenas amparándose en las ventajas que concede a estas reprobables conductas la legislación española, pero luego tiene dinero suficiente para irse de vacaciones a la República Dominicana. Luego el karma les devuelve la maldad, pues durante su ausencia le okupan a su vez la morada que habían allanado.

Según informa ABC, la okupa okupada en cuestión se llama Raquel Garrido y llevaba nada menos que diez años viviendo en una vivienda que no es suya en Sevilla, ante la desesperación del propietario, que veía impotente como la tal Garrido, con mucho rostro, usurpaba su propiedad. 

La okupante, en un alarde de desfachatez, encima se fue de vacaciones a República Dominicana. Pero sus amigas le pagaron con la misma moneda y okuparon a su vez la casa okupada mientras ella no estaba, algo que ahora Garrido lamenta. La situación del propietario no mejora, pues su casa se ha convertido en un doloroso carrusel de okupaciones, pero a Garrido se le acabó el chollo. Eso sí, ella, muy digna, asegura que deja de ser amiga de las nuevas okupantes.