Michelle Obama disfruta de unas discretas vacaciones en Mallorca, donde mantiene un perfil bajo en medio de la creciente afluencia de turistas, de cara ya al verano. Así, la ex primera dama de EE.UU ompartió una discreta comida con sus hijas, Malia y Sasha, y dos amigos de la familia en un ambiente distendido y lejos de los focos mediáticos.
Michelle acudió a The Lobster Club, un restaurante de lujo ubicado en Puerto Portals, junto a el exembajador de EE.UU. en España, James Costos, y su pareja, el diseñador de interiores Michael Smith, Ella lució un look veraniego con un vestido de estampado multicolor y grandes gafas de sol, en un intento por pasar desapercibida, según informa Diario de Mallorca.
Barack Obama no se encontraba entre los asistentes, alimentando así los rumores sobre un posible distanciamiento matrimonial, una especulación que lleva meses rondando a la pareja presidencial, antaño ejemplo de grandes enamorados.
El trayecto recala en los lugares por los que transita la narración publicada hace 80 años
El agente estaba convencido de que escondían alcohol
Ya hay webs dedicadas exclusivamente a esta actividad