A partir del jueves 23 de enero y hasta finales de febrero, una veintena de informadores del Ayuntamiento de Barcelona comenzarán a difundir las novedades sobre la modificación de la Ordenanza de circulación, que entrará en vigor el 1 de febrero.
Esta normativa, aprobada a finales de noviembre de 2024, busca garantizar la seguridad de los viandantes en una ciudad que recibe millones de turistas cada año.
Al regular más estrictamente el uso de bicicletas y vehículos de movilidad personal (VMP), como patinetes eléctricos, se pretende preservar las aceras como espacios seguros para los peatones, lo que es crucial en un entorno tan concurrido por visitantes.
Entre las principales medidas se incluye el uso obligatorio de casco para los VMP y la prohibición de circular por aceras, y las sanciones por incumplimiento pueden llegar hasta los 500 euros.
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