El sábado, un avión de easyJet que despegaba de Gran Canaria con destino a Londres tuvo que regresar al aeropuerto tras colisionar con un ave durante el despegue.
La tripulación notificó inmediatamente al centro de control de Enaire en Canarias, solicitando volver para realizar las inspecciones necesarias para garantizar la seguridad.
Los controladores aéreos organizaron una espera segura, permitiendo que la tripulación llevara a cabo las verificaciones sin afectar el tráfico aéreo ni provocar ningún tipo de retraso.
Tras completar las revisiones, el avión aterrizó sin contratiempos y liberó la pista rápidamente, asegurando la continuidad de las operaciones en un día de intenso tráfico.
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