Las olas del tsunami generadas por un terremoto de magnitud 8,8 en Rusia el martes causaron menos daños de los que se temían en el archipiélago de Hawái (EE.UU.), pero algunos pasajeros de cruceros se angustiaron al saber que se habían quedado varados en las islas cuando las autoridades locales ordenaron a todos los barcos abandonar el puerto.

Según informa The New York Times, durante un tsunami, es más seguro que los barcos estén en el mar que en el puerto, donde podrían ser arrastrados a tierra con consecuencias desastrosas. Así, muchos de estos pasajeros que quedaron atrapados durmieron en gimnasios, canchas deportivas y otros espacios públicos habilitados para tal fin.

 “La seguridad de todos los navegantes ha sido nuestra máxima prioridad durante toda la alerta de tsunami en Hawái”, dijo en un comunicado el capitán Nicholas Worst, comandante del Sector Honolulú de la Guardia Costera y capitán del Puerto de Honolulú.