No hay nada que los años no liman y pulan. Mick Jagger, el incombustible líder de los perennes Rolling Stones, está encantado pasando unos días de vacaciones en Portugal y se ha dejado fotografiar junto a un agente de la Policía de Seguridad Pública de la localidad de Coímbra. Quién ha visto y quién ve al viejo rockero, antaño detenido y condenado a cumplir pena de prisión y hoy amistando con los agentes de seguridad.

Los Rolling Stones vivieron durante mucho tiempo en el filo de la ley, cuando no directamente fuera de ella, en especial el guitarrista Keith Richards, al que han pillado con armas, sustancias ilegales y hasta en la cama con la esposa de un primer ministro de Canadá. En cuanto a Jagger, fue arrestado por posesión de narcóticos en 1967 y sentenciado a tres meses de prisión, que luego, de forma rocambolesca, quedaron reducidos a una noche.

Solo hay una cosa que ha gustado a los Rolling Stones más que las drogas: las mujeres. Jagger, de 82 años, tiene ocho hijos de cinco mujeres y no descarta volver a ser padre con su actual pareja, la exbailarina estadounidense Melanie Hamrick, de 38. Jagger es Caballero de la Orden del Imperio Británico, pero la entonces reina, Isabel II, dado el historial del personaje, prefirió ausentarse de la ceremonia de reconocimiento y delegar en su hijo, el hoy rey Carlos.