Las  autoridades de Dubái (Emiratos Árabes Unidos) no se andan con boberías. El británico Jordan Howman (34 años) de las prometía muy felices en ese destino al llegar al Aeropuerto Internacional de Dubái el pasado miércoles junto a su novia Theresa (38) y su hija Kaic, para pasar una semana de vacaciones explorando el que es su país favorito. 

Pero todo se torció cuando los oficiales de inmigración lo detuvieron y le confiscaron su pasaporte. ¿El motivo? Según informa Yorkshire Live, desde hace nueve años el turista tiene toda su cara tatuada con motivos geométricos y leyendas como "vida loca" o "familia". 

En otros viajes a Dubái los tatuajes no habían causado problemas, pero esta vez sí lo hicieron. Tras seis horas confinado, fue expulsado del país. Su sueño vacacional y los 3.000 euros ahorrados para el viaje se fueron por el sumidero. El afectado afirma que nunca volverá.