Ya se sabe que las aerolíneas de bajo coste miden hasta el tamaño de la hebilla del cinturón. Prometen, a precios asequibles, llevar a los pasajeros a destino. Pero las condiciones para poder embarcar son estrictas en cuanto al tamaño de los equipajes y el número de piezas que se pueden embarcar, por no hablar del pago de extras como la lotería a bordo o el coste de escoger asiento.

Una de estas aerolíneas, Ryanair, especialmente severa en cuanto al equipaje que se puede llevar a bordo, dejó a una viajera en tierra en el aeropuerto de Sofía, en Bulgaria. Las imágenes de desesperación de la mujer, entre enternecedoras y patéticas, arrodillada en la terminal y suplicando ante la puerta de embarque para que la deje acceder a la aeronave, se han compartido masivamente a través de las redes sociales.

Según informa La voz de Galicia, La compañía ha justificado así lo sucedido: "Reservó un billete con tarifa básica y sin embargo portaba con ella un equipaje demasiado grande. Se le solicitó correctamente que pagara la tarifa estándar por equipaje de mano, pero se negó a hacerlo y se mostró agresiva con el personal de la puerta de embarque. Como consecuencia de su comportamiento, el agente de la puerta de embarque le denegó el embarque". Que cada cual saque sus conclusiones,