Hay aviones que no alzarán más el vuelo y están destinados a engrosar la chatarra. Otros, se reconvierten y logran iniciar una segunda vida siendo otra cosa. Es lo que iba a ocurrirle a un Boeing 727 de hace 59 años adquirido en una subasta del ayuntamiento de El Paso (Texas) por unos 8.700 euros.
Según explica Computer Hoy, el precio de salida era de 850 euros, pero la puja fue subiendo y, finalmente, Ismael Lara y su hermano, habitantes de El Paso, se hicieron con él. Los hermanos Lara querían reformarlo para convertirlo en una atracción turística.
Descubrieron que los tanques estaban llenos de combustible desde hace 20 años. Llamaron al aeropuerto, y la respuesta: "Chicos, ustedes tienen ahí una bomba que puede explotar". Tuvieron que contratar a un equipo experto en manipular sustancias tóxicas peligrosas. La factura ascendió a 25.000 dólares.
Total, entre transporte, montaje y restauración, los hermanos Lara calcularon que acondicionar el avión les va acostar unos 215.000 euros. Lo barato sale caro.
Si el proyecto turístico no sale bien, lo venderán como una casa exótica en Airbnb. Ya hay algunas casas-avión con gran éxito.
Los músicos visitaron fugazmente la isla en compañía de unos amigos
Cada vez son más los turistas que confunden una fuente con una piscina y se lanzan a ella para darse un chapuzón.
María Antonieta y compañia podrán contarnos su versión de la historia, ahora que el Versalles ha conseguido hacer hablar a sus estatuas gracias a la IA