Las manzanas no solo pueden expulsarte del paraíso, también te pueden amargar un viaje en avión. Una pasajera estadounidense se llevó una inesperada sorpresa cuando, a su vuelta de Ámsterdam, una agente de Aduanas y Control Fronterizo se le acercó escoltada por un perro. ¿Su pecado? Llevaba una manzana en el equipaje.

Según informa Infobae, tras su detención, el incidente le costó una multa de 500 dólares (460 euros) y la revocación de su acceso a Global Entry (entrada para viajeros de bajo riesgo). La joven publicó un vídeo en sus redes sociales, en el que advierte de los riesgos de olvidar declarar los productos que lleven en su equipaje, también los alimenticios.

"Me olvidé por completo de la manzana, y declararla no era lo primero que me preocupaba, ya que dejaron de hacerme llenar esos formularios en el avión. Tampoco sabía que se debían declarar todos los alimentos, incluso los procesados”, añadió la afectada joven.