El propietario de una vivienda situada en Gaudí Reus Golf Club, en plena Costa Dorada (Tarragona) vive una situación realmente kafkiana. Sus antiguos inquilinos, a quienes alquiló la casa en 2019, no solo se niegan a pagar la renta, sino que la han convertido en vacacional.
El contrato expiró en 2022 y no fue renovado precisamente por falta de pago, pero los inquiokupas, lejos de amedrentarse o preocuparse por su situación, se dedicaron a la dolce vita. "Se hicieron socios del club de golf este verano, iban a la piscina, comían en el restaurante… uno de los hijos hacía clases de golf", explica el desesperado propietario a La Razón.
Pero la gota que ha colmado el vaso ha sido la comercialización de la vivienda como vacacional. La vivienda cuenta incluso con reseñas en una conocida página de alquiler turístico. Pero, al hacerlo sin licencia, el propietario ha recibido una multa de 5.000 euros por parte de Hacienda, que retiene 500 euros de su nómina de los tres últimos meses.
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