Una turista británica que hizo una escapada de siete días a la isla griega de Corfú recibió 100 libras de su touroperador porque no pudo conseguir comida inglesa durante sus vacaciones, lo que le ocasionó un gran malestar, aunque alguna noche logró que le sirvieran papas fritas.
Según informa Mirror, la turista, que tiene colitis ulcerosa, dijo: "En una mañana puedes comer una tostada, un huevo duro o algo en salsa. No había tocino. Para el desayuno había mozzarella y tomates en rodajas. No había tocino caliente ni salchichas".
La británica, de Westerhope, describió las vacaciones como "horrendas". "Un día conseguimos papas fritas. Un día de todo el lote. Una noche había una noche griega y comían kebabs, no pude comer eso. Son las peores vacaciones en las que he estado", finalizó
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