Las turbulencias, a veces no más que una agitada molestia en nuestro periplo aéreo, pueden llegar a convertirse en un verdadero problema. Así, un vuelo de Ryanair, que se dirigía a Milán, tuvo que aterrizar de emergencia en Memmingen, en el sur de Alemania, debido a las turbulencias que ocasinó. El obligado aterrizaje se saldó, no obstante, con nueve heridos entre el pasaje.
Según informa El espectador, entre los heridos se encontraba una mujer que sufrió un traumatismo craneal y un niño pequeño que sufrió contusiones. La mayoría de los pasajeros recibieron atención médica en el lugar del incidente, aunque algunos, como los mencionados, fueron trasladados a hospitales para recibir tratamiento.
El aeropuerto de Memmingen no estaba preparado en esos momentos para recibir vuelos programados de forma regular, por lo que las autoridades locales de aviación impidieron que el avión continuara su viaje hacia Milán y le permitieron aterrizar en la pista del aeródromo alemán.
"El capitán solicitó asistencia médica con antelación y la aeronave aterrizó con normalidad. Para llevar a los pasajeros a su destino final lo antes posible, organizamos un transporte alternativo de Memmingen a Milán esa misma noche, así como un vuelo de reemplazo", explicó, por su parte, la aerolínea en un comunicado.
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