El Gran Canal de Venecia es el perfecto escenario para enamorados, que lo surcan embobados, arrullados por el remo del gondolero. Pero también puede servir para un involuntario chapuzón, como el que protagonizaron los cuatro turistas que cayeron a las turbias aguas venecianas tras volcarse la góndola que los transportaba.

Según informa El Español, la góndola volcó cerca del puente de Rialto, probablemente por el afán de los turistas —dos estadunidenses, un griego y una mujer de nacionalidad desconocida— por inmortalizar el momentazo veneciano en fotografías. Así, se levantaron desestabilizando la góndola y dando con sus huesos en las aguas del canal.   

El incidente, que ha sido difundido en redes sociales, tuvo un final feliz: un taxi acuático socorrió a los desfortunados visitantes, que fueron atendidos por los bomberos y la policía, sin que se reportaran heridos.