Hay vuelos tranquilos, vuelos accidentados y luego está el vuelo de EasyJet que debía aterrizar en Manchester (Inglaterra) y acabó en Frankfurt (Alemania). Antes hubo de superar una falsa alerta de bomba y la peligrosa obstinación de una pasajera, empeñada en abrir la puerta del avión en pleno vuelo para salir fuera, como si tal cosa, a miles de metros de altitud.

Según informa travelmole, el vuelo EZY2148,  procedente de Dalaman (Turquía), vio turbado su trayecto cuando una pasajera comenzó a gritar que había una bomba a bordo, mientras corría agitada por el pasillo. Luego trató de abrir una salida de emergencia para abandonar la aeronave, llegando a romper el cristal de seguridad que proteje la manija que abre la puerta. 

La mujer fue reducida por otros pasajeros, que impidieron la que hubiera sido fatal abertura de la puerta y la trasladaron a la parte trasera del avión. A continuación, el piloto anunció que el vuelo se desviaba a Franfurt, donde tomó tierra.