La “guerra de las hamacas” parece no tener fin, con unos turistas que afinan sus métodos para inutilizar las medidas tomadas por los hoteles para evitar las esperpénticas imágenes que se producen en torno a las piscinas todos los veranos.
Los huéspedes de un hotel de Tenerife están recurriendo a innovadoras técnicas para asegurarse su sitio junto a la piscina. Si los hoteles habían decidido retrasar la colocación de las tumbonas para evitar los grandes madrugones, ahora se puede ver a clientes colocando toallas y objetos personales en el suelo, marcando territorio y garantizándose una ubicación privilegiada cuando el personal coloque las hamacas.
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