Recientemente, un trágico incidente sacudió la región de Phang Nga, Tailandia, cuando Artem Bugorskiy, un ciudadano ruso de 45 años, supuestamente arrojó a su hijo Lucas, de 13 años, al mar desde una lancha rápida en movimiento.
Testigos afirman que Bugorskiy se resistió a los intentos de rescatar al niño tras el hecho, quien se dio un golpe con la hélice de la embarcación y, aunque fue trasladado a un hospital, falleció debido a la gravedad de las heridas.
Actualmente, y a pesar de desconocerse las razones detrás del acto, el hombre se enfrenta a posibles cargos por asesinato intencional, lo que puede acarrear cárcel, una condena de cadena perpetua o incluso la pena de muerte.
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