Praga, la capital checa, está experimentando su temporada turística alta, lo que ha llevado a un aumento significativo en el número de visitantes en lugares emblemáticos como el Puente de Carlos, el más antiguo de la ciudad.
Este icónico puente, conocido por sus impresionantes vistas del río Moldava y su rica historia, se ha convertido en un verdadero "atasco" peatonal en el que turistas de todo el mundo se agolpan para capturar la belleza del lugar y disfrutar de la atmósfera única de la ciudad.
Para aquellos que planean visitar, se recomienda hacerlo temprano por la mañana o al atardecer para evitar las multitudes y disfrutar plenamente de la experiencia.
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