Brian Niccol, quien asumirá el cargo de CEO de Starbucks el próximo mes, no estará presente de manera constante en la sede de la compañía en Seattle. En su lugar, viajará semanalmente desde su hogar, ubicado en California.
Esto se debe a un acuerdo, revelado en su carta de oferta, que le otorga una "pequeña oficina remota" y un jet corporativo para facilitar sus desplazamientos, lo cual ha suscitado críticas debido a las implicaciones ambientales que conllevan los vuelos en jet privado.
Son estos vuelos los responsables de alrededor de 800 millones de toneladas de dióxido de carbono al año o más del 2% del total de las emisiones globales relacionadas con la energía, según la Agencia Internacional de la Energía.
Así, Greenpeace ha señalado que este tipo de acuerdos son "inaceptables", especialmente considerando los esfuerzos recientes de Starbucks por ser más sostenible, lo cual ahora es contradictorio.
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