La niña que estaba de vacaciones con su familia en Nusa Penida (Bali), quedó atrapada a 100m de altura sobre el mar, a mitad de una tirolina de 180m de largo. La tirolina, que estuvo funcionando desde el 2 de julio de 2024, no tenía los permisos correspondientes para funcionar, pues el dueño contaba con permisos para abrir una atracción turística pero no para hacer una tirolina, que fue cerrada inmediatamente después del incidente.

La niña tuvo que arreglarselas para volver a tierra firme, utilizando la inercia y el peso de su cuerpo para avanzar lentamente hasta el final de la atracción, mientras el dueño y los turistas solo podían observar y grabar. La policía de la zona confirmó que la niña estaba bien y no resultó herida en el proceso. 

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