El aterrizaje de un ación en Sidney estuvo a punto de terminar en tragedia, pues el piloto perdió el conocimiento durante la maniobra, que dos compañeros completaron con éxito
Los aplausos de los pasajeros al piloto tras un buen aterrizaje son ya un ritual en los vuelos comerciales. Sin embargo, desde la cabina, el responsable de la maniobra permanece sordo a la ovación