Ironías del destino: Felix Baumgartner, el Ícaro moderno que dejó al mundo boquiabierto al saltar desde la estratosfera en 2012, moría este jueves al desplomarse en un sencillo vuelo a bordo de un parapente contra un complejo hotelero en Porto Sant’Elpidio, en la ciudad italiana de Fermo.

Según informa As, el austriaco de 56 años, deportista extremo de salto base,  se sintió mal mientras volaba en el paramotor, cayó a la piscina de un complejo hotelero y golpeó a una mujer, que resultó herida pero está fuera de peligro.

Baumgartner, según había mostrado en Facebook, se encontraba pasando unos días en esa región con su familia. “Saludos, unas vacaciones en avión desde Fermo, Italia. ¿Adónde vas de vacaciones este año?”, preguntaba a sus seguidores en dicha red social. Quiso surcar los aires una vez más, pero ahora no habría un final feliz, como hace 23 años, sino un accidente mortal.

El 14 de octubre de 2012, Baumgartner se elevó con un globo tripulado a la estratosfera. Cuando estaba a 39.043 metros sobre la tierra, saltó para romper por primera vez en un humano la barrera del sonido en caída libre. A los 40 segundos alcanzó los 1.342 km/h.