La falta de vocaciones está vaciando de religiosos monasterios y conventos, imponentes edificaciones que en algunos casos se reconvierten en centros de peregrinación turística. Es lo ocurrido con el monasterio de San Antonio el Real, ubicado en Segovia, de la época de los Reyes Católicos, que durante seis siglos ha albergado entre sus muros a monjas clarisas de clausura. 

El Debate explica que donde antes residían 40 o 50 religiosas, hoy solo quedan 4 o 5, y no precisamente jóvenes. Así, hace dos años se vieron obligadas a cerrar un edificio que no podían conservar ellas solas, con vistas a reagruparse con otras monjas. Ahora, por fin, abrirá sus puertas a lo visitangtes la edificación del siglo XV, que tiene una arquitectura única y una riqueza artística excepcional:

A partir de este viernes, y por primera vez en casi 600 años, los visitantes podrán recorrer pasillos, celdas y claustros por los que, hasta hace muy poco, solo transitaban las monjas de clausura. Fue Isabel la Católica quien obtuvo una bula papal para trasladar a este espacio a parte de la comunidad de clarisas.