Un turista conducía por la ciudad italiana de Bosa —Cerdeña— siguiendo las indicaciones de su GPS. Todo iba de maravilla hasta que giró hacia un callejón extremadamente estrecho y se quedó atascado, sin poder avanzar o retroceder.
El avispado conductor intentó maniobrar para salir del percal en el que se había atrapado, pero sus intentos fueron infructuosos. Afortunadamente, los ciudadanos intervinieron y entre todos consiguieron desatascar la situación, pero no pudieron evitar que las paredes y el coche sufrieran daños significativos. Y los vecinos de la zona han advertido que el turista “tendrá que reparar” los daños ocasionados.
La célebre rapera homenajea a la tierra de su madre en una serie de imágenes familiares
Las menores disfrutaban de un campamento de deportes náuticos
El menor, que no pudo embarcar por problemas con el pasaporte, fue descubierto por la policía